miércoles, 11 de julio de 2007

Vacaciones... ¡con libros!

Me despido del blog por un més. Volveré a mediados de agosto. He tenido muchas dudas sobre que libros seleccionar para que me acompañen en estas vacaciones. Seleccioné varios: Kasparov, Bronstein, Watson... y luego pensé que no me iba en viaje de "estudios" sino a pasear y hacer cosas diferentes, por lo tanto era absolutamente imposible que los leyera. Entonces fuí devolviendo uno a uno a los estantes... y me decidí por llevar conmigo uno sólo: Aprenda de las leyendas, de Mihail Marin, el GM rumano.
Lo elegí porque su temática es variada: finales, sacrificios de calidad, alfiles de distinto color, etc. Un libro que me permita leerlo según mi estado de ánimo y las ganas de concentrarme; y además, siempre sobre temas importantes o clásicos.
Ya comentaré lo que me pareció... si, como pienso, encontraré tiempo y lugar para leerlo (y reconstruir las jugadas con mi tablero portatil, plegable, con fichas magnéticas planas y que cabe en un bolsillo sin molestar. El único que me asegura que no tendrá problemas de baterias o si se moja un poco seguirá en activo)

domingo, 8 de julio de 2007

Aprendiendo ajedrez

Si bien el ajedrez se puede aprender a cualquier edad, los especialistas coinciden en que es en la niñez cuando este juego despliega sus cualidades más prometedoras. Es interesante ver el vídeo del vínculo para comprender mejor lo útil que resulta la práctica más temprana posible:
ver

miércoles, 4 de julio de 2007

Los "tiempos muertos"

Una buena manera de viajar, cuando uno tiene que trasladarse por la ciudad en transporte público, es llevar una agenda electrónica con el Pocket Fritz cargado. Esos minutos, a veces largos, se hacen brevísimos si jugamos una partida contra Fritz, o probamos una defensa que pensamos poner en acción en otro momento… con humanos.

Lo único que hay que tener en cuenta (a mi me ha pasado varias veces) es tener idea por donde vamos, ya que podemos pasarnos de estación, viajando en metro, con gran facilidad. Es asombroso como media hora de viaje puede comprimirse psicológicamente en unos escasos cinco minutos subjetivos.

Otras veces, cuando tengo la agenda sin batería, me cojo dos o tres fotocopias de problemas y me los llevo en el bolsillo. Siempre hay un momento para darle una ojeada, y también el tiempo pasa volando. En este sentido he comprobado que si se tiene una revista que leer, a veces puede resultar ventajoso sacar fotocopias de los arts. que más interesan y llevarlos con nosotros acompañándonos en las actividades diarias. Es asombroso la cantidad de pequeños momentos muertos que podemos aprovechar… si tenemos el material adecuado preparado para la ocasión.

Nota: foto de Carlos Salinas. "Ajedrecistas en la Rambla de Barcelona". (se puede ver mayor, si se pica en ella).